El presidente y su obsesión con la extrapolación - Por Diego Cabrera



El presidente envió durante la noche del 30 de diciembre un saludo de fin de año a la población en el cuál se evidenciaron varias cuestiones interesantes para el análisis coyuntural que podemos hacer tanto de su figura, como de la situación política, social y económica por la cual está atravesando ese país al que el presidente ayer dirigió unas breves palabras.


En primera instancia, se lo nota al mandatario un tanto apresurado en la lectura del texto, sesudamente elaborado, como queriendo finalizar rápidamente el estresante momento a efectos de finalizar con la "obligación" que la investidura presidencial le demanda.


En segunda, vemos como el presidente insiste con falacias: que fuimos “el país más rico del mundo”. Aquí encontramos dos errores en una misma frase, porque la riqueza de un país no tiene una sola forma de medirse. Por ejemplo, la mayoría se los países que hoy cuentan con sus economías desarrolladas, digamos por caso, los países centrales de Europa, ellos no cuentan con los recursos naturales de los que sí disponemos nosotros. Entonces: ¿Los países son ricos, o se consideran así por sus administraciones y por sus recursos? El segundo error es que hace cien años no había registros en cuanto al ranking de países ricos y/o países pobres, y si existiera algún dato de la época en ese sentido, no habríamos estado en el puesto N°1.


Ahora bien, y como referencia el título de la presenté, Javier Milei parece ser un obsesivo de las extrapolaciones. Como sabemos los cientistas sociales, las extrapolaciones temporales y/o territoriales son erróneas conceptualmente ya que la formación de los pueblos, el sentir nacional, las maneras de enseñar y aprender, la legua y las expresiones culturales difieren diametralmente entre países de una misa región y mucho más entre pueblos de distintas raigambres continentales.


Para ejemplificar lo dicho veamos como el presidente viene haciendo o extrapolando desde los debates presidenciales. Se ha referido a que en 20 años seríamos como Alemania (que cuenta con 85 millones de habitantes y poco más de 350 mil km cuadrados de territorio) y que luego seríamos como EEUU ( un país de 330 millones de habitantes y una extención territorial de casi 10 millones de km cuadrados). En el discurso al que estamos haciendo referencia, el presidente, mencionó a Irlanda como modelo a alcanzar de aproximadamente 45 años, vale decir que por razones biológicas la mayoría de los +40 no veríamos ese mejoramiento.  Lo central aquí es que Irlanda solo cuenta con poco más de 5 millones de habitantes y una territorialidad de  70 mil kilómetros cuadrados. 


Todos estos datos son solo una muestra de la absoluta disparidad entre lo que se está intentando asemejar ya q nuestro país tiene casi 50 millones de habitantes y una extención territorial que ronda en los casi 4 millones de kilómetros cuadrados. Cómo todos sabemos y aprendimos en algún lugar, no obtendremos resultados correctos si comparamos peras con manzanas. Y lo más llamativo en este caso es que se esta intentando desde el discurso persuadir a la ciudadanía de la utopía de llegar a ser algo que para lo que no nacimos.


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